El Palacio de Ábalos
El Palacio de Ábalos tiene su origen en el linaje de Ramírez de la Piscina, cuyos escudos se encuentran en la fachada principal, toda ella de piedra de sillería.
El Infante D. Ramiro de Navarra, fundador de dicho linaje, estuvo casado con Dª Cristina Elvira, hija del Cid Campeador. El hijo mayor de ambos, D. García ramírez, el Restaurador, fue coronado Rey de Navarra el año 1.134.
D. Ramiro participó, con otros caballeros navarros en la primera Cruzada, junto a Godofredo de Bouillon, entrando con sus huestes en Jerusalén por la parte de la Piscina Probática.
En su testamento, mandó construir un templo a su hijo segundo, D. Sancho Ramírez, Señor de Peñacerrada, bajo la advocación de Nª. Srª. de la Piscina, para que en ella se custodiase el trozo de la Vera Cruz que trajo de Jerusalén. Esta basílica, perfectamente restaurada, se encuentra a media legua de Ábalos. D. Sancho se hizo llamar Ramírez de la piscina, y lo mismo sus descendientes.
Dispuso además, la creación de la Divisa Solar y Casa Real de la Piscina, que cuenta con unos capítulos y ordenamientos definidos y cuyos últimos patronos están vinculados al Palacio de Ábalos.
Uno de ellos, D. Francisco Antonio Ramírez de la Piscina, Arcediano, Comisario de la Cruzada y Vicario General del Arzobispado de Toledo, llevó a cabo, a finales del siglo XVII y principios del XVIII, diversas obras de ampliación y mejora del edificio primitivo, así como la creación de un jardín con dibujos geométricos de boj, que se conserva intacto en la actualidad. Lo más destacado de los los trabajos de ampliación señalados, son la construcción de tres torreones, dos de ellos en la fachada orientada a mediodía sobre los que se apoyan tres galerías porticadas superpuestas, al estilo de las "logias" italianas renacentistas, en las que se inspiró para realizar el proyecto. Al pie de esta fachada, se encuentra el austero jardín antes mencionado, que completa el conjunto, de una notable originalidad.
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